Fuerte de la Galea

La histórica relación de la Villa de Bilbao, y de los poblamientos de su entorno, con la ría del Nervión ha propiciado la aparición, en diversos lugares, de puntos de vigilancia y control de los accesos desde el Cantábrico que, inevitablemente, estaban comunicados por algún tipo de señales que pusieran en conocimiento de las autoridades competentes, las distintas vicisitudes por las que podía atravesar la navegación: desde la llegada de flotas enemigas al avistamiento de ballenas en las proximidades de la costa costas. A medida que se desarrollaba la tecnología, las características de dichos puntos de vigilancia se iba sofisticando. El fuerte de la Galea o Castillo del Principie, es una construcción militar del siglo XVIII y ocupó el lugar de una antigua atalaya que ya existía en el siglo XVI. Se tardó un año en realizar su construcción que empezó en 1742, su costo final fue superior a los 130.000 reales. En 1782 el Consulado de Bilbao mandó construir en el fuerte un faro. Era una construcción circular en la que se encendía un fuego alimentado por aceite de nabo. A mediados del siglo XIX se sustituyó por otro que se mantuvo en activo hasta 1925, año en el que se sustituyó por el que actualmente está en funcionamiento. La construcción del castillo del Príncipe completaba la defensa del Abra junto a las baterías situadas en la margen izquierda, en la zona de Ciérvana. Cuenta con potentes muros de mampostería y sillería y tiene 14 troneras para cañones (en un principio tenía 18) y está rodeado por un foso en la parte de tierra. En su interior diversos edificios albergaban los almacenes y polvorines correspondientes, así como las instalaciones para la tropa. En la guerra de la Convención lo ocuparon los franceses en 1795 y en 1827 lo destruyeron los ingleses. Se reconstruyó (fue entonces cuando se quitaron las 4 troneras) y en las guerras carlistas tuvo su protagonismo: En la primera lo destruyó la Legión Auxiliar Británica, para impedir que lo usaran los carlistas, en la segunda se reconstruyó de nuevo. Es una de las construcciones militares del siglo XVIII mejor conservadas del País Vasco y la mejor de Vizcaya. En 1947 el Ministerio de Defensa abandono la propiedad que cedió al ayuntamiento de Guecho para fines públicos. En la actualidad no tiene uso alguno.