Monumento a Doña Casilda de Iturrizar

Monumento a Doña Casilda de Iturrizar

Una mujer benefactora de Bilbao



Arte y cultura Historia Lugar pintoresco

Sobre este punto

Nacida en Bilbao en 1818 en el seno de una familia humilde, su vida cambia completamente cuando se casa con Tomás José Joaquín de Epalza y Zurbarán, acaudalado empresario, comerciante y banquero bilbaíno. Da la casualidad que Tomás era el patrón del padre de Casilda, quien trabajaba como su caballerizo, lo que propició que la pareja se conociera e iniciaran su relación. Es entonces, tras su matrimonio con Epalza, cuando se produce el ascenso social, pasando de criada a señora, de trabajadora manual a la esposa de uno de los hombres más ricos de Bizkaia. Tomás amasó su fortuna tras emigrar a Cuba, y a su vuelta invirtió su capital "indiano" en varias empresas que iniciaron y favorecieron el proceso de industrialización del Gran Bilbao. Fue socio fundador de la primera empresa industrial de fundición de hierro de Bizkaia, Santa Ana de Bolueta, y también del Banco de Bilbao, el primer banco de emisión y descuento del País Vasco. Tras su muerte en 1873, y dado que no contaba con descendencia de ninguno de sus dos matrimonios, fue Doña Casilda quien heredó toda su fortuna, convirtiéndose en una de las personas más acaudaladas de Bilbao, con una fortuna estimada de 12 millones de reales. Al ser de origen humilde, Casilda comenzó un periodo de colaboración con los más desfavorecidos de la villa. Así, financió la construcción de las escuelas del Tívoli, luego llamadas en su honor “Viuda de Epalza”, colaboró con la Sociedad Coral de Bilbao, creó unas becas para los alumnos aventajados de las escuelas públicas de la ciudad. También ayudó a los Claretianos del barrio de San Francisco, las Siervas de Jesús de La Naja y los Agustinos de Portugalete y, a su muerte, dejó importantes sumas de dinero para la Casa de Misericordia y el Hospital Civil. Murió en su residencia, ubicada en la calle que lleva su nombre, Viuda de Epalza, en cuya fachada existe una placa conmemorativa. Es el único caso de persona que tiene dos calles con su nombre en Bilbao, la calle Viuda de Epalza, en El Arenal, y el Parque de Doña Casilda de Iturrizar. La estatua que tienes delante es un monumento a Doña Casilda, Viuda de Epalza, obra firmada en 1905 por el escultor catalán Agustín Querol Subirats. Consta de un pedestal de mármol blanco coronado por un busto de broce de Doña Casilda. Por el pedestal ascienden figuras que representan su actividad filantrópica y de dedicación a los más desfavorecidos. En la parte superior del pedestal, y bajo el busto de su mujer, puede apreciarse un relieve del rostro de su marido Don Tomás Epalza. Este monumento no siempre ha estado en esta ubicación. Viuda de Epalza presidió la plaza Elíptica (o Plaza de Don Federico Moyúa) durante 40 años, donde vio nacer al Hotel Carlton y resistió los envites de la Guerra Civil Española. En 1946 fue trasladada a la pérgola del parque, ocupando el sitio donde la Musa de Arriaga mostraba más curvas de las que se acostumbraban en la época. Posteriormente, en 1989, el Ayto. de Bilbao decide revitalizar la pérgola como escenario de diferentes espectáculos, y mueve el monumento hasta su posición actual, lugar donde estaba el Monumento a los Caídos.

Acceso

Didicultad baja

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