Puente ZubiZuri

El puente Zubizuri (palabra en Euskara que significa Zubi-Puente, Zuri-Blanco), es obra del famoso y polémico arquitecto valenciano Santiago Calatrava. Las obras comenzaron en 1990 y terminaron 7 años después, inaugurándose meses antes que el Museo Guggenheim. El diseño consiste en un arco inclinado que une dos plataformas, con rampas de acceso y escaleras en ambas orillas, que sostiene la estructura peatonal con cables de hierro. Todo el puente está pintado de blanco, como es común entre las estructuras de Calatrava. Desde sus inicios, el puente se convirtió en otro símbolo de la "nueva Bilbao", siendo objeto de admiración por los turistas pero también fuente de una gran polémica entre l@s vecin@s. Una de las características más notables del puente es su pasarela de baldosas acristaladas. Parece que el estudio de arquitectura no tuvo en cuenta el clima húmedo, frío y lluvioso de la villa, que convertía la superficie en una suerte de pista de patinaje, enviando a vari@s transeúntes al hospital. Inicialmente se trató de buscar solución añadiendo tiras antideslizantes, que no funcionaron, para pasar a probar de forma experimental unas nuevas baldosas de cristal transparente y anticaídas, que tampoco tuvieron éxito. Finalmente, la solución adoptada, que puede verse actualmente, fue la colocación de una alfombra antideslizante, que desluce completamente el estilismo de la plataforma. Pero aquí no acabaron los problemas: varias de las baldosas acristaladas de la plataforma aparecían rotas de forma recurrente. Lo que inicialmente fue atribuido a actos vandálicos, finalmente resultó que las grietas eran causadas por los cambios de temperatura. Parece que el estudio tampoco tuvo en cuenta las variaciones de temperatura de Bilbao, que dicho sea de paso, al estar cercano al mar, son inferiores las zonas interiores. Se estima que la reparación de dichas baldosas supone un coste de 600€ al años a las arcas del Ayto. Los quebraderos de cabeza del por entonces alcalde de Bilbao, D. Iñaki Azkuna, impulsor del desarrollo del "Nuevo Bilbao", no terminaron ahí. La pasarela de ZubiZuri original no conectaba con la zona del "Ensanche" de Bilbao, y se mantenía una barrera física entre ésta y la ría. Para solucionarlo, el arquitecto de las Torres Isozaki, el japonés Arata Isozaki, planeó su propia pasarela, que unía la Plaza de la Convivencia con el puente de Calatrava. el Ayuntamiento autorizó la obra por estar prevista en el Plan General. Calatrava no tardó en denunciar al Ayto. de Bilbao por vulnerar sus derechos de propiedad intelectual, dado que "el apéndice colocado sin permiso vulnera su creación original y sus derechos legítimos". La respuesta del alcalde no se hizo esperar, afirmando que "si el arquitecto persiste en su demanda, el Ayto. se querellará por los morrazos de la gente en el resbaladizo suelo del puente". En noviembre de 2007, un juez local acordó que había un daño en los derechos morales del creador; sin embargo falló a favor del Concejo bilbaíno y permitió la conexión de Isozaki, dictaminando que "prevalece el interés de l@s ciudadan@s sobre una obra de arte".