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Calzadas de Mallona
El cordón umbilical entre Bilbao y Begoña
HistoriaArquitectura
Sobre este punto
Desde la Plaza de Unamuno y junto a la salida del metro, discurre esta vía de acceso a la Basílica de Begoña. Es una de las mayores singularidades de la estructura viaria de Bilbao: las llamadas Calzadas de Mallona no son calle, en su acepción habitual, ni son calzadas.
En su origen era un camino, sin escaleras, que iba desde el Portal de Zamudio, es decir, desde fuera de la muralla que rodeaba a la villa, hasta Begoña.
El camino podía tomar dos rumbos: uno, a la derecha, por el «camino de la Fuente» , Iturri-bide, largo y tortuoso, que ha dado origen a la actual calle del mismo nombre. El otro, el más utilizado, aunque también bastante incómodo, era el que subía, por una empinada pendiente, por donde van ahora las escaleras.
A su lado, a mano izquierda del que sube, hay un camino próximo, recuerdo de la primitiva calzada.
Ese camino discurría, en una primera parte, por territorio de la Villa, y, al llegar aproximadamente a su mitad, entraba en la jurisdicción de Begoña. Por eso las calzadas eran conocidas como «de Begoña» y no de Mallona.
Hasta ese punto de “frontera” era hasta donde bajaba la imagen de la Virgen de Begoña a Bilbao, traída por las autoridades de la anteiglesia y allí era recibida por las de la villa, para devolverla en igual punto.
Las escaleras, o escalinatas, que se hicieron sobre las dos terceras partes de la anchura del camino o «calzadas» de Begoña fue una iniciativa tomada por del Ayuntamiento de Bilbao el 12 de febrero de 1745.
En 1829, el Ayuntamiento compró el caserío de Mallona y sus entornos para construir sobre su solar el primer cementerio «de Bilbao» (en tierra de Begoña), inaugurado en 1830.
De esta forma las calzadas se convirtieron en «vía funeraria» hacia ese elevado «cementerio de Mallona », época en que este nombre empezó a prevalecer sobre el de «Begoña».
Hoy son 323 los escalones, con 46 tramos intermedios, desde la Plaza de Unamuno hasta el final de las Calzadas, Hay. además, otros 28 escalones, en cuatro tramos, que conducen hasta las puertas del santuario de Begoña.