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El incendio del 31 de agosto de 1813
Sólo 1 calle quedó en pie
Historia
Sobre este punto
San Sebastián conmemora anualmente el trágico incendio que sufrió el 31 de agosto de 1813 durante la Guerra de la Independencia.
En aquel tiempo, la ciudad era una de las principales plazas controladas por las fuerzas francesas en la Península Ibérica, siendo un objetivo estratégico para las tropas aliadas de Inglaterra, Portugal y España.
Después de semanas de asedio y enfrentamientos intensos, las tropas angloportuguesas lograron abrir brechas en las defensas de San Sebastián el 31 de agosto. La toma de la ciudad fue seguida por actos de violencia, saqueos y, lamentablemente, el incendio que arrasó gran parte del lugar. La única calle que permaneció en pie, la actualmente llamada calle del 31 de agosto, recibió su nombre en honor a las víctimas de esa tragedia.
El incendio continuó durante varios días, consumiendo la ciudad hasta que las tropas francesas en el Castillo de la Mota finalmente se rindieron el 8 de septiembre. La devastación fue tal que sólo entre 3.500 y 4.000 ciudadanos de los 7.000 que vivían en la ciudad lograron sobrevivir a la catástrofe.
Hoy en día, los donostiarras recuerdan este acontecimiento con recreaciones del asalto y la destrucción de la ciudad. Además, realizan una procesión cívica a lo largo de la calle del 31 de agosto, iluminada por velas y antorchas, como un homenaje a los caídos y en memoria de la reconstrucción de la ciudad tras aquel devastador episodio histórico.