El viaducto de los suicidas

El viaducto de Segovia, un icónico puente de Madrid, fue testigo durante años de numerosos casos de suicidios. La altura del puente, que alcanza los 23 metros, lo convirtió en uno de los lugares públicos más altos desde los que las personas intentaban quitarse la vida en la ciudad. Debido a esta trágica situación, el Ayuntamiento decidió instalar mamparas de metacrilato en los laterales del puente para disuadir a aquellos que tuvieran intenciones suicidas. Estas mamparas aún se mantienen en su lugar hoy en día como medida de prevención. Este hecho resalta la importancia de abordar la salud mental y la prevención del suicidio, así como la necesidad de ofrecer apoyo y recursos a aquellos que atraviesan momentos difíciles en sus vidas.