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Elogio del horizonte
Una obra de Chillida
Arte y cultura
Sobre este punto
Eduardo Chillida Juantegui, 1990. Hormigón.
El Elogio del Horizonte está concebido a partir de un modelo de pequeño formato, que ha ido «creciendo» hasta alcanzar 10 metros de altura y un peso de 500 toneladas. Está realizado en hormigón armado, en el propio emplazamiento, el Cerro de Santa Catalina, a partir de dos pilares que actúan como soportes de una elipse abierta.
Con sus brazos acogedores y su cuerpo sólido y, a la vez, liviano, el Elogio parece querer lanzarse a volar. Nave de aires y mares en la que viajar con la imaginación. Paredes desnudas, frías sólo en apariencia.El cielo es el techo de esta casa común, en cuyo interior la música del viento suena. El Elogio del Horizonte es también el elogio de la naturaleza, sobre el promontorio donde hace veinte siglos un pueblo echó raíces y escogió los límites de su hogar.
CURIOSIDAD: Ríos de tinta hizo correr la polémica por la instalación del Elogio del Horizonte en Gijón/Xixón. Sin embargo, el paso de los años lo ha convertido en uno de los principales símbolos de la ciudad, que tal y como expresó en su momento el autor es "una obra abierta, que se presta a todas las interpretaciones que se la quieran dar"