Zapatería del Sr. Flores, ¿1954?
Todas las personas que entran a la tienda del Sr. Flores buscando un par de zapatos reciben una atención exquisita. Así ha sido todo el tiempo de su vida: buscar el número y el modelo adecuado para cada cliente y cada situación. Algunas veces, sin embargo, parece que quienes entran buscan cosas diferentes.
Algo no marcha bien en el reloj del Sr. Flores, y entre el olvido de lo que pasó y la memoria de lo que pudo haber sido, empieza a entender que no dispone ya de todo el tiempo del mundo.
Tomen asiento y pónganse cómodos, pónganse cómodas, pero, sobre todo, no se les ocurra dejarnos aquí sus zapatos.